Superadas las pruebas y pérdidas de La Torre, se inicia un período de esperanza y fe. Una fuerza interior nos guía e inspira hacia la reconstrucción. Liberados y vacíos por la acción demoledora de La Torre, partimos de cero (desnudos) para abrazar la esperanza en nuevos comienzos. La Estrella simboliza nuestra fe en el futuro, resurgir sintiéndonos guiados. Al confiar en lo que hacemos experimentamos paz interior y el éxito está garantizado en logros materiales, intelectuales, afectivos o espirituales. Después de la tormenta viene la calma. Después de duras pruebas, hay un nuevo amanecer, oportunidades y nuevos comienzos. La vida renace como las semillas que germinan.

La Sacerdotisa simboliza el autoconocimiento, ese viaje hacia nuestro interior que exige deslastrarnos de juicios de valor, aprender a vernos tal cual somos, resolver los conflictos internos y condicionamientos del ego. Consciente de los opuestos, no se parcializa. No los ve como opositores o polos antagónicos, pues comprende la integración de los opuestos en una unidad y ha superando el conflicto de la dualidad. La Suma Sacerdotisa representa el principio del orden y armonía sobre el cual debe basarse la mente para los logros perfectos y el conocimiento equilibrado. Posee una mente creativa y receptiva. Ella está encaminada a la vida interior, el ocultismo y la magia. También nos recuerda las corrientes ocultistas, pues tiene acceso a los Registros Akáshicos, gran memoria universal de todo lo aprendido y creado por el hombre en toda su historia. De allí que se asocial con las capacidades intuitivas, videncia o mediumnidad. La Sacerdotisa es quien ha analizado y comprendido lo desconocido. Es prudente, silenciosa y bien puede representar un o una confidente. Mal espectada, mentira, secretos dolorosos, doble vida, algo oculto.

Esta carta simboliza la aceptación del sacrificio, el abandono o la renuncia, entrega, transición y regeneración. La aceptación del sufrimiento y las pruebas por una causa elevada. El Colgado nos recuerda que la mejor manera de encarar un problema no es siempre la más cómoda. Para alcanzar nuestros deseos, algo debemos sacrificar o ceder. Para seguir nuestro propio camino, a algo debemos renunciar. Y, a veces, cuando más queremos actuar, es cuando nos toca esperar. La paradoja es que, al realizar estas acciones contradictorias, hallamos lo que estamos buscando. Puede indicar un cambio de metas, un estado de reposo o inacción necesaria. Señala la detención, las pruebas obligadas, quien invierte sus acciones para orientarse a lo espiritual. Quien mira todo con otros ojos, ya que las cosas se invierten. Es el sacrificio de lo viejo y obsoleto para encaminarse hacia lo nuevo. El germinar de otra vida, nuevas ideas, amigos, proyectos, trabajo, etc.